EL PEQUEÑO GIGANTE


Dedicado al espíritu que dentro de cada uno de nosotros evoluciona, y que a veces, por diversas circunstancias; se revoluciona.


(La vida de Manuelito Maldonado Lovo)

jueves, 29 de abril de 2010

NOS ROBAN NUESTRAS VIDAS.

ISAAC FERNÁNDEZ DE LA VILLA.

En el libro, como se pudo leer en el Prólogo, no sólo podemos encontrarnos con la vida de Manuelito Maldonado. También se incluyen reflexiones propias del autor.

"En una familia unida con todos aportando su esfuerzo para mejorar, sin egoísmos ni el yugo de préstamos bancarios u otros tipos de usura, los problemas se plantean en el presente. Lejos quedan las preocupaciones causantes del estrés psicológico, común hoy en los países con sistemas capitalistas, donde el miedo a no poder pagar nuestras deudas y perder nuestras pertenencias nos hace trabajadores sumisos a las injusticias laborales de jefes o accionistas ambiciosos. Y la ciencia se pregunta; ¿por qué se ha triplicado el número de muertes por derrames cerebrales en tan pocos años?… En países como España, nos podemos morir de viejo antes de pagar nuestra vivienda, si es que hemos podido comprar una, porque no a todo el mundo le prestan los bancos. El articulo de la constitución que dice: Todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna, no sirve para nada cuando este derecho depende de nuestro poder adquisitivo, y los jóvenes no se van de casa de sus padres hasta más allá de los treinta y cinco años, si es que se van alguna vez, y no esperan mejor a que mueran sus padres para quedarse con la casa. La especulación del suelo, las constructoras, los políticos oportunistas y muchas otras lacras sociales derivadas del egoísmo humano han elevado los precios de la vivienda de tal forma, que los bancos ofrecen préstamos para pagar mensualmente durante SESENTA AÑOS. Y más vale no dejar de pagar, pues no dudan en quedarse con nuestra casa para subastarla: EL MIEDO, manifestando su efectiva forma de opresión que nos hace esclavos. Muchas parejas jóvenes se ven obligadas a trabajar ambos: Un sueldo para el banco o alquiler de la casa, y otro para alimentos, impuestos de todo tipo, y otros gastos básicos… Así muere la creación de hogares, y las familias desaparecen: Se vive para trabajar, no se trabaja para vivir. Por si esto fuera poco desastroso para una sociedad, estudios recientes colocan a España como primer consumidor de Cocaína del mundo junto a Estados Unidos, esto sin hablar de otras drogas, sean ilegales o legales: la juventud está usando pastillas como la Viagra, que combate la impotencia sexual masculina, para mezclarla con bebidas alcohólicas y aguantar más tiempo de fiesta los fines de semana; para poder sentirse libre de la esclavitud subjetiva por unas horas más, y la sociedad en sus vicios, indica el nivel de insatisfacción que tiene sus integrantes, así como el fracaso del sistema establecido en su educación hacia la convivencia y la relación con el entorno.
.." (CONTINUARÁ)
(EL PEQUEÑO GIGANTE. La vida de Manuelito Maldonado Lovo).

viernes, 23 de abril de 2010

AHORA, LAS “DEMOCRACIAS” NOS OBLIGAN A VOTAR, SOMETIDOS POR UNA OLIGARQUÍA ECONÓMICA MUNDIAL.

"En febrero de 1963 hubo elecciones en Nicaragua, convocadas por un gobierno opresivo que discriminaba a trabajadores, a pobres y campesinos, y no permitía la libertad de expresión ni alternativa a su injusticia. El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) era un bebe recién nacido, clandestino, perseguido y desconocido para la inmensa mayoría de un pueblo que era forzado a votar entre varios candidatos puestos por la oligarquía Somocista. Los empleados públicos debían votar por René Shick según las orientaciones del gobierno. Manuelito, no sintiendo agrado por ninguno de los candidatos en las elecciones; marionetas del mismo sistema son todos, pensaba, decidió no votar y entró en la lista negra del gobierno, donde estaban quienes se mostraban en su contra: Después de las elecciones fue despedido de la oficina de telégrafos por ello.
A finales de 1963, Roger Quintana desmantela su taller de zapatería para marcharse a Estelí, una vez vendidas las máquinas. Tino ya tenía su esposa que conoció en el taller de Roger, donde ella trabajaba también. En poco tiempo habían decidido vivir juntos, en la casita que Tino construyó de madera, en el terrenito que la madre le había dado para ello, de su propio solar.
Manuelito fue a trabajar con su hermano Tino a pocos metros de su casa, la casa familiar de doña Ester Maldonado".
(El Pequeño Gigante. La vida de Manuelito Maldonado Lovo)

Es curioso cómo con pasadas dictaduras creaban elecciones manipuladas por los mismos dictadores para cambiar la cara de la marioneta y evitar el desgaste de la opresión que ejercían.
Pero ¿qué tenemos ahora?... Los mismos cambios de cara de las mismas marionetas… ¿Qué pasó con el SuperObama premio de la paz que mejoraría el mundo?... Pues que detrás sigue el Dictador manejando sus marionetas. Ahora mejor visto porque se llama Sistema Neoliberal Capitalista y le hicieron y hacen infinidad de publicidad. Basada toda en la máxima: “UNA MENTIRA REPETIDAS VARIAS VECES SE CONVIERTE EN VERDAD”. Pero este dictador ejerce la opresión más cruel y efectiva de la historia, porque ahora quedó camuflada a nuestros ojos, ya que nos hipnotizó con unos cantos de sirenas que someten a la humanidad hacia el egoísmo de la autocomplacencia desconsiderada; para buscando el placer empírico, caminar ignorando todo aquello que no esté en nuestro pequeño mundo de cuatro paredes, la cuenta bancaria, la hipoteca, el trabajo explotador, y un televisor y medios de comunicación al servicio del dictador, por el cual seguir siendo hipnotizados como si fuera la dosis del adicto a la heroína, por los mismos cantos de sirenas que nos llevan a la decadencia de esta civilización... ¿Podremos evitar caer al precipicio?... En Grecia ya están viendo los acantilados.

domingo, 18 de abril de 2010

ANTES QUE UNA COSA FUIMOS OTRA; LAS COSAS CAMBIAN, AL IGUAL QUE NOSOTROS.

Siendo mayor que Manuelito, Tino se había ido de Somoto en busca de empleo años atrás. Trabajó de zapatero en Rivas, Wuaspán, Chinandega, y por último en Condega. Allí decidió volver a Somoto, su ciudad natal, para trabajar en el taller de zapatería de Roger Quintana, que era el más grande y avanzado de la zona y tenía mayor numero de trabajadores. Por entonces, Manuelito trabajaba de mensajero en la oficina de telégrafos, donde se sentía satisfecho y aprendió la comunicación mediante el código Morse. Incluso esperó conseguir una plaza de telegrafista que nunca logró... Manuelito, mejor es aprender un oficio, que estar en cargos públicos, le recomendaba Tino de vez en cuando, hasta que un día habló con el Sr. Quintana para que aceptase a Manuelito como aprendiz en su zapatería. Fue aceptado, y cuando no trabajaba en la oficina de telégrafos, donde tenía turnos con días libres de por medio, aprendía la profesión de estilista zapatero; encargado de dibujar y cortar piezas de cuero para luego ser montadas en las suelas. Mientras aprendía el oficio, escuchaba a su hermano y a otros zapateros hablar contra el régimen de Somoza.
Algunos quedaban embelesados escuchando razonamientos que comprendían, sintiendo en carne propia la opresión de la que hablaban. Otros, por el contrario, se ofendían alejaban de ellos, considerándolos enemigos por no compartir una idealizada admiración a la dictadura.

domingo, 4 de abril de 2010

LA OPRESIÓN DEL SISTEMA

"Adrián se reunía todas las tardes con Manuelito, y le hablaba sobre temas diversos. Explicando de forma sencilla situaciones complejas, ayudaba a que sus exposiciones fueran comprendidas. Manuelito ya poseía la semilla revolucionaria desde antes, pero la resignación arraigada en él era la barrera que impedía germinarla.

– El sistema todo lo acapara. Nos hace trabajar para después, pagarnos injustamente por nuestro trabajo. Ellos se hacen ricos a nuestra costa, compran coches costosos, casas lujosas, pueden mandar a sus hijos a la universidad, comen exquisiteces que ni sabemos que existen, y nosotros, los pobres, no podemos ni llevar a nuestros hijos a la escuela. Y si tenemos algo de comer, es porque en vez de ir a estudiar, los mandamos a trabajar. Y así perdemos la formación educativa, que es la opción para salir de la miseria. Tanto Fausto como yo tenemos las mismas dificultades que ustedes, venimos de familias rotas por la pobreza y la falta de medicinas, esas medicinas que los burgueses tienen en abundancia… ¿Entiendes lo que te digo?
Manuelito entendía, pero su rostro reflejaba una duda.
– ¿Qué cosa es sistema? –preguntó al fin.

El sistema es todo aquello que ahora nos está oprimiendo. Son normas, leyes, obligaciones, creencias impartidas desde tiempos atrás,..., todo lo que nos hace sumisos, resignados, y conformistas. El sistema quiere que no pensemos, y nos creamos afortunados, mientras en realidad, tiene su pie pisándonos el cuello. El sistema es escurridizo y no quiere que lo investiguemos como seres racionales, por ello nos quiere ignorantes, que no estudiemos. El sistema es manejado por pocos, para beneficio de esos pocos, e ignora y desatiende las necesidades de muchos, porque para estos pocos, no es conveniente que los muchos despierten de su letargo, pues les impedirían seguir enriqueciéndose a su costa y lograr sus objetivos egoístas...
– ¿Y qué podemos hacer nosotros antes eso?
– Despertar. Despertar del letargo. DESPERTAR..."

(EL PEQUEÑO GIGANTE. La vida de Manuelito Maldonado Lovo)