EL PEQUEÑO GIGANTE


Dedicado al espíritu que dentro de cada uno de nosotros evoluciona, y que a veces, por diversas circunstancias; se revoluciona.


(La vida de Manuelito Maldonado Lovo)

domingo, 4 de abril de 2010

LA OPRESIÓN DEL SISTEMA

"Adrián se reunía todas las tardes con Manuelito, y le hablaba sobre temas diversos. Explicando de forma sencilla situaciones complejas, ayudaba a que sus exposiciones fueran comprendidas. Manuelito ya poseía la semilla revolucionaria desde antes, pero la resignación arraigada en él era la barrera que impedía germinarla.

– El sistema todo lo acapara. Nos hace trabajar para después, pagarnos injustamente por nuestro trabajo. Ellos se hacen ricos a nuestra costa, compran coches costosos, casas lujosas, pueden mandar a sus hijos a la universidad, comen exquisiteces que ni sabemos que existen, y nosotros, los pobres, no podemos ni llevar a nuestros hijos a la escuela. Y si tenemos algo de comer, es porque en vez de ir a estudiar, los mandamos a trabajar. Y así perdemos la formación educativa, que es la opción para salir de la miseria. Tanto Fausto como yo tenemos las mismas dificultades que ustedes, venimos de familias rotas por la pobreza y la falta de medicinas, esas medicinas que los burgueses tienen en abundancia… ¿Entiendes lo que te digo?
Manuelito entendía, pero su rostro reflejaba una duda.
– ¿Qué cosa es sistema? –preguntó al fin.

El sistema es todo aquello que ahora nos está oprimiendo. Son normas, leyes, obligaciones, creencias impartidas desde tiempos atrás,..., todo lo que nos hace sumisos, resignados, y conformistas. El sistema quiere que no pensemos, y nos creamos afortunados, mientras en realidad, tiene su pie pisándonos el cuello. El sistema es escurridizo y no quiere que lo investiguemos como seres racionales, por ello nos quiere ignorantes, que no estudiemos. El sistema es manejado por pocos, para beneficio de esos pocos, e ignora y desatiende las necesidades de muchos, porque para estos pocos, no es conveniente que los muchos despierten de su letargo, pues les impedirían seguir enriqueciéndose a su costa y lograr sus objetivos egoístas...
– ¿Y qué podemos hacer nosotros antes eso?
– Despertar. Despertar del letargo. DESPERTAR..."

(EL PEQUEÑO GIGANTE. La vida de Manuelito Maldonado Lovo)

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