EL PEQUEÑO GIGANTE


Dedicado al espíritu que dentro de cada uno de nosotros evoluciona, y que a veces, por diversas circunstancias; se revoluciona.


(La vida de Manuelito Maldonado Lovo)

martes, 3 de agosto de 2010

EL PODER NO HACE IDIOTAS: LOS DESCUBRE.


Que el orgullo aumente desequilibrado, suele darse cuando una persona alcanza un puesto de poder, sea político, social, o económico; entonces puede caer en creerse mejor y con más derechos que los demás. Este orgullo desequilibrado nos hace prepotentes y soberbios, aunque llevemos camisetas y pegatinas con el Che Guevara. Si leemos las vivencias del Che, podemos ver la razón que tenía Fidel Castro al decir: Es difícil ser un revolucionario como Ernesto… Ernesto hizo devolver un convertible que le habían regalado unos empresarios a su ayudante en el ministerio de economía. Ernesto impidió que su mujer fuera al mercado en el coche que le habían asignado; porque era del pueblo y no para uso particular, y después que la vio llegar con el chofer de hacer la compra, la mandó en autobús, como los demás. Ernesto exigió que se revisaran las cartillas de racionamiento cuando observó que la suya había sido aumentada por encima de las raciones que tenían los obreros, incluso llamó a Fidel para pedirle que también revisara la suya…
Se suele decir que el poder corrompe a las personas y los hace idiotas, pero escuché una frase que define mejor lo que ocurre, y dice: El poder no hace idiotas: los descubre. El poder desarrolla y aumenta lo que ya éramos, lo que ya teníamos.
Lo importante no es ser perfecto o poseer un alto grado de virtuosidad, sino darnos cuenta de aquello que no es virtuoso en nosotros, y a partir de ahí, trabajar para limpiar nuestra corrupción interna, nuestro egoísmo, nuestra hipocresía, nuestras absurdas disputas entre compañeros por objetivos personales y egoístas, donde nos importa poco si hundimos a nuestro adversario o dañamos a otros que no tienen culpa de nuestras frustraciones y ambiciones insatisfechas. Esta es la revolución más importante que el Ser Humano ha de afrontar: La lucha revolucionaria continua activa dentro de cada uno de nosotros, y de nuestras acciones depende que seamos opresores con nuestros semejantes o libertador de virtudes para ellos.

(Del libro EL PEQUEÑO GIGANTE. La vida de Manuelito Maldonado Lovo. Autor:Isaac Fernández de la Villa.)

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